La delación de una joven llevó al arresto a uno de los 500 hombres más ricos de su país. Marruecos, donde extendió sus tentáculos, aborda ahora un juicio sobre su trama. Violaciones, abusos, amenazas y persecución es lo que relatan las víctimas.
Los de Orban justifican la medida por la saturación de las cárceles húngaras, aunque no lo aplica a los nacionales. En el país vecino protegen ya las fronteras por si cruzan a su territorio, ya que sólo tienen 72 horas para irse.