Tenía acceso a los sistemas de intranet y correo electrónico del Servicio Secreto, incluyendo las agendas del presidente y el vicepresidente de Estados Unidos.
El republicano dice ahora que se "expresó mal", después de querer tapar el escándalo culpando a los medios de publicar "noticias falsas" sobre la cumbre de Helsinki.
El fiscal especial de la trama rusa, Robert Mueller, destaca no obstante que no hay pruebas de que esta conducta alterara "el recuento o el resultado" de los comicios que ganó Trump.
Mueller está en negociaciones para interrogar al mandatario con el fin de dilucidar su posible papel en la injerencia de Moscú en las elecciones de 2016.