El fiscal jefe, Alejandro Luzón, no ve indicios suficientes para sentar en el banquillo a la expresidenta madrileña, quien dirigió el PP de la comunidad desde 2004 a 2016.
Estos bienes estaban en un almacén y entre ellos hay obras de Chillida, Tàpies, Barceló o el Equipo Crónica, en posesión del presunto cabecilla de la trama.
Según la pieza separada de la trama, “usaba sus influencias políticas” para que los ayuntamientos cedieran suelo “a un precio muy inferior al de mercado".
El último informe policial incorporado al sumario la sitúa en las reuniones en las que se decidió favores con contratos públicos a una empresa que hizo campañas electorales al PP.
Lorenzo Sánchez Gil quiere “defender” su inocencia tras las informaciones que señalan que maniobró para que San Martín de la Vega (Madrid) diese un contrato a la trama corrupta.