El atacante, que se suicidó, llevaba una camiseta con simbología nazi y estaba armado con dos pistolas de aire comprimido reconvertidas para disparar con munición letal.
La Policía ha acordonado el parque y está llevando a cabo una investigación para encontrar a los responsables del crimen y determinar las causas de lo ocurrido.
Determina que las autoridades tardaron tanto en entrar al aula donde estaba el tirador debido a “fallas sistémicas y una toma de decisiones extremadamente pobre”.
El fiscal estatal ha anticipado que presentarán más cargos contra el sospechoso, Robert E. Crimo, que se enfrenta a cadena perpetua sin libertad condicional.
Las autoridades aseguran que el detenido planificó el ataque pero que no seleccionó a sus víctimas, sino que disparó a la multitud, dejando al menos 7 muertos.