Aquí van los motivos de mi hartazgo, momentos sonrojantes, desasosegantes de la televisión que me han hecho dar respingos. Oigo a menudo a ejecutivos de televisión justificar ese tipo de comportamientos televisivos, ese tipo de contenidos que ensucian la mirada de quien los ve y empozoñan, lo sepan o no, el alma de quien los perpetra. Estoy harta.