La investigación de la revista ‘European Journal of Epidemiology’, liderada por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), ha analizado a 73.881 niñas y niños.
La musicoterapia parece reducir la ansiedad de las personas con cáncer y los efectos negativos asociados a la quimioterapia; mejorando su humor, reduciendo su dolor y, en definitiva, mejorando su calidad de vida. Parece que los efectos positivos de la música son indudables.
Ni el colegio, ni la medicina, ni los padres tienen en cuenta al niño que sufre, es preferible etiquetarlo y permanecer en zona de tranquilidad. A un TDAH se le médica, se cumple con el curriculum que se ha diseñado para el rebaño y se aguarda a que la edad le borre las heridas.
El entorno de un niño con TDAH es un infierno, cierto, las familias y profesores que lo sufren se quedan cortos argumentando las peripecias y problemas que genera, pero es una etiqueta que últimamente se ha extendido demasiado.