Los decretos aprobados por el régimen fundamentalista permiten que la policía religiosa pueda detener hasta 3 días a los sospechosos de saltarse las normas.
Las promesas de los islamistas sobre una reapertura de aulas a las estudiantes siguen sin cumplirse. De nuevo, eran un espejismo, un intento de lavar su imagen.
Los integristas se hacer fuertes, superando las oposiciones internas y sin nadie que les haga sombra, sometiendo a mujeres y niñas, con millones de ciudadanos desnutridos y anhelando un reconocimiento internacional que no llega.
Trabajadoras de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Afganistán expresan su temor al impacto que puede tener que la prohibición se extienda al personal sanitario.
Las valientes estudiantes salen a la calle a protestar tras quedar en shock por la noticia, un clavo más en el ataúd en el que los islamistas están metiendo a las mujeres.
"La financiación de la educación debe ser la prioridad número uno de los gobiernos. Es la mejor inversión que un país puede hacer en su población y su futuro, dice Guterres.
Biden intenta mantener su influencia en el tablero internacional mientras se le acumulan los frentes: la lucha contra el terrorismo, la rivalidad con China y la guerra de Ucrania.
Un grupo de mujeres ha protestado por el ataque a sus derechos desde un lugar secreto, después de que fuese dispersada una manifestación en la capital días antes.
La división, la pobreza extrema y el ostracismo marcan el primer aniversario del retorno de los islamistas al poder, tras la criticada salida de las potencias internacionales.
La organización yihadista ha sufrido un duro golpe al quedarse sin líder, pero tiene un estado a su servicio como Afganistán y múltiples grupos leales que siguen atacando.
LA ONU moviliza ayuda para refugiados, alimentos y atención sanitaria, mientras que los talibanes, desesperados, garantizan que habrá "facilidades" para la entrega.
Lo que le faltaba a una tierra donde el 70% de los hogares no cubren sus necesidades básicas, donde la guerra sigue y los derechos básicos se pisotean a diario.
Si una funcionaria incumple la orden será despedida, mientras que en el resto de los casos se avisará primero a un tutor o miembro masculino de la familia.
Tapadas de pies a cabeza, con tutores, sin escuela más allá de los 11 años, sin empleo, sin sueños: los talibanes se quitan la careta y aprietan el puño contra medio país.