El Barça se sacó de la chistera una prodigiosa campaña en twitter con el hashtag #TodosSomosLeoMessi. El argentino, no hace falta recordarlo, fue condenado a 21 meses de prisión por fraude fiscal. El eslogan suena a tópico, demasiado, como si se hubiera decidido en una reunión rápida, con la mesa de un buen restaurante reservada y a la espera de los comensales. No. No todos somos Leo Messi. Nadie lo es sobre el campo; aunque algunos sí lo son en el banco.