Aunque el primer crack del mercado de criptomonedas alternativas o altcoins se produjo con bastante sigilo en la economía española, en torno a ese primer ensayo se creó y se ha difundido una tecnología de efectos completamente disruptivos cuyas potenciales no han disminuido, la denominada blockchaino cadena de bloques criptográficos, con importante participación española.