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Renuncias involuntarias: ¿cuándo hay que irse?

Renuncias involuntarias: ¿cuándo hay que irse?

Irse obligado de un trabajo poco difiere de la desvinculación amorosa. Porque dejar de ser imprescindible en un rol siempre nos duele, incluso cuando uno mismo tenga también ganas de dejar tal escenario. Duele porque nos lleva a encontrarnos con un perfil de la muerte: esa idea terrible de que el mundo puede seguir sin nosotros.
Si tú me dices ven..., no dejo nada. Pero te acompaño

Si tú me dices ven..., no dejo nada. Pero te acompaño

No puedes renunciar a tu manera de vestirte porque tu pareja te lo exija. Tú eres valioso o valiosa por tus valores, por tu forma de ser y por el simple hecho de existir. La aprobación de otra persona no puede depender de cómo te vea por fuera. Y si es así, ya es una criba para saber que esa persona no te acepta tal y como eres.