Todos estamos aquí para lo mismo, para crecer fuertes y sanos, progresar en la medida que podamos o queramos y tratar de ser felices. Todos tenemos al fin y al cabo idéntico final. Pero el camino viene marcado por algo tan caprichoso como la geografía que nos da la bienvenida al mundo. Y hay tantos mundos en un solo planeta... El fatalismo geográfico condena a una parte importantísima de la población mundial al sufrimiento y a una vida indigna.