PSA lo está pasando mal. El gran grupo industrial francés que abarca Peugeot y Citroën registró pérdidas por valor de 5.000 millones de euros en 2012, tras haber "echado el resto" en el arranque de la crisis, allá por 2008, por renovar toda su gama de productos.
El coche ecológico a base de aire comprimido es un viejo mito tecnológico, que recibió inversiones y difusión, pero que nunca llegó a convertirse en una realidad comercial rentable. Pero parece que PSA quiere cambiar esto, y ofrecernos a través de una novedosa técnica, una aproximación a lo que serían coches impulsados por simple aire.
El mercado automovilístico español sigue en caída libre, sin visos de encontrar el suelo del desplome por el momento. Diciembre volvió a saldarse con una caída de más del 20% respecto al mismo mes del año anterior, y nos deja un panorama desolador en una industria que está recibiendo la ayuda de un plan de incentivos que ya ha gastado todos sus fondos, el PIVE.