Ni una crisis sanitaria y social ha conseguido hacer reflexionar al alcalde y a la ultraderecha que han continuado poniendo en la diana a Madrid Central, hasta acabar con ella.
Mientras seguimos sin gobierno, y no parece probable que Rajoy consiga apoyos suficientes para su investidura en primera vuelta, se echa de menos entre nuestra clase política un debate con ideas innovadoras para relanzar nuestra economía o reducir el desempleo, más allá del mantra de los recortes que sigue llegando desde Bruselas.
Hace falta un cambio de paradigma. De otro modo, en 2050 la temperatura de la tierra habrá aumentado entre un 2% y 4% de media, un horizonte recrudecido especialmente en España. El verdadero problema no es de recursos, sino de voluntad política.