El líder de Bildu, tras decir que "siente el sufrimiento" de las víctimas, trata de contentar a la rama más radical de los suyos, que tiene en los encarcelados su bandera.
Amnistía Internacional lanza una campaña para reclamar la reforma de la norma, de 1968, que impide acceder a información de la dictadura o de la venta de armas.