Ha sido un buen debate en que se han confrontado dos visiones totalmente contrapuestas de los problemas del país y de las soluciones. Pero ambos lo han hecho de forma civilizada. La impresión inmediata al terminar el debate es que ha habido un empate
La agenda republicana soslaya el hecho de que ese sueño americano que se intenta restaurar no fue dañado por los cuatro años anteriores de la administración de Obama, ni siquiera por Clinton. El daño fue infligido por los ocho años de George W. Bush.