Nuestro presidente del Gobierno está henchido de gozo. No ha empezado la campaña, no ha hincado aún el diente a las candidaturas de su partido, las encuestas le pronostican un desplome mayúsculo como consecuencia del ascenso de Ciudadanos, pero él no cabe en sí de complacencia. Dicen que por la satisfacción que da el trabajo bien hecho, porque no cree los sondeos y porque recela de quienes dan por enterrado el bipartidismo. Pues que ¡viva Mariano! Pero que se ande con ojo porque el 20-D no votan sus colegas del PPE, sino casi 36 millones de españoles.