Hace cinco años, Chris Anderson proclamó la muerte de la web, una colección de argumentos con mucho sentido que analizaban una realidad: Internet, a través de dispositivos y ciertas plataformas, ha eclipsado la web y está convirtiendo el mundo online en un medio cada vez más pasivo.
Allá por el 2010, Google introdujo la velocidad con la que una página se carga como uno de los más de 200 factores que tiene en cuenta para clasificar las webs en su buscador. Ahora está haciendo pruebas para mostrar un mensaje indicando si una web carga más lenta de lo normal.