Un estudio muestra que las águilas moteadas se desvían hasta 250 kilómetros para evitar los combates. Están muy cansadas y eso afecta a su reproducción.
Las paredes verticales horadadas por el agua y sus ríos que circulan formando hoces profundos y cañones, son un testimonio de la riqueza geológica de la Península.