Es un novedoso vidrio -has leído bien- cinco veces más ligero y cuatro veces más fuerte que su antecesor. Lo han descubierto en la Universidad de Connecticut.
Estamos en un punto en el cual la ciencia ficción comienza a confundirse con la realidad y nosotros también formamos parte de ese viaje alucinante, el viaje hacia el conocimiento. Existen cientos, si no miles, de compañías trabajando en el nanomundo, así como multitud de laboratorios en universidades e institutos de investigación.