Se estima que más de 3.200 mujeres y niñas siguen retenidas, principalmente en el norte de Siria, por los yihadistas de Daesh. Todas ellas sufren "niveles inimaginables de violencia", según las Naciones Unidas. La impunidad ante esta otra yihad, la que somete a las mujeres y niñas a la más cruel explotación sexual, es casi absoluta. Por eso tenemos que darle potencia al mensaje de Lamya y Nadia.