Greenpeace publica un informe en el que analiza el abuso sobre las reservas de agua en España y el riesgo de desertificación, que afecta al 75% del territorio nacional.
La naturaleza salvaje es un recurso más valioso en este momento que cualquier proyecto urbanístico, aunque sólo sea por ser mucho más escaso. Esta nueva desamortización llega en medio de fuertes recortes a los presupuestos destinados a las políticas de conservación del medio ambiente.
Me sorprende que el ministro Cañete afirme que no se han producido recortes en su presupuesto en la lucha contra los incendios, cuando se han reducido hasta en un 80% las cuantías destinadas a los programas de desarrollo rural, así como a actividades de reforestación y conservación de espacios naturales.
La reforma anunciada no responde ni a la necesidad de proteger mejor el litoral ni a la de garantizar mayor seguridad jurídica. Es una manifestación del mantenimiento a toda costa -nunca mejor dicho- del nefasto modelo productivo de nuestro país