Matteo Renzi
Reformas institucionales: la batalla de Normandía del Gobierno Renzi
Legitimado por el resultado electoral en las europeas y cada vez más líder de la política italiana, Renzi tendría según muchos la fuerza y la capacidad necesarias para conseguir un cambio de rumbo de la política de austeridad de Merkel y de las principales instituciones europeas.
El cambio que necesita el PSOE
Mi candidato se llama Pedro Sánchez, un diputado hasta ahora desconocido para muchos pero con un gran bagaje a sus espaldas: doctor en Económicas, docente universitario, conocedor de la política municipal, nacional e internacional, que habla inglés y francés, que ha sido autónomo, ha sufrido el paro.
¿Es Renzi de izquierda?
Tras casi dos décadas en las que el debate político se centró en la figura de Silvio Berlusconi, el flamante primer ministro ha imprimido una aceleración inesperada al debate y a los procesos políticos en Italia. Esto, inevitablemente, genera una serie de resistencias y de críticas por todas partes.
¿Podrá el joven 'Renzie' gobernar un país dominado por los ancianos?
El primer ministro italiano Matteo Renzi nunca ha sido diputado. Tiene 39 años; la edad media de sus ministros es de 48 años. Creen haber conquistado el poder; podrían descubrir que meramente han llegado al Gobierno. Las riendas de su inestable cabalgadura están resbaladizas por el sudor de ancianos.
El envite europeo de Renzi
El desenlace de la apuesta política del florentino Renzi no es una cuestión solo italiana. Si se va más allá de los consabidos comentarios sobre la complejidad y volatilidad de la política en el bel paese, el tema afecta a toda Europa, y en especial a España. Basta con ver como la prima de riesgo de ambos países evoluciona en paralelo.
El gran órdago: Renzi toma la vía maquiavélica
Cabe preguntarse si para cambiar a la política italiana, llena de chacales y emboscadas, hubiese sido posible proceder con absoluta candidez. Lo que queda claro es que abandonado el camino fuertemente idealista y formalmente irreprochable que había seguido hasta hoy, Matteo Renzi se decide por el camino maquiavélico.