Caben dos opciones principales: votar o no votar; y de la primera, votar a la opción menos alejada de las propias convicciones, deseos y valores (el mal menor) o no votar a la más alejado de esas convicciones, anhelos y valores (el mal mayor). Matrix no permite otra cosa. La utopía (= la lucha y el deseo de lo óptimo) es tildada allí solo de desvarío o desviación. En Matrix hay que ser realista.