Se hace llamar Spiderman Gordo y dice ser el auténtico Spiderman, ese que no descansa de bromear con los viandantes y turistas que se acercan día y noche a la Plaza Mayor de Madrid. Su condición de héroe le hace universal, aunque reconoce que viene de Lisboa, una ciudad maravillosa que no suele pisar por falta de huecos en su agenda llena de telarañas.