Se ha hablado de los problemas que tendremos por el aumento del nivel del mar, y cómo afectará a las regiones costeras de todo el globo, pero se ha obviado la acción del oleaje y sus consecuencias. Las olas modelan la línea de costa en todas las latitudes, dando forma a bahías, golfos y cabos.
Hoy viernes, el PSOE presenta un recurso al Tribunal Constitucional a la Ley de Costas del ministro Arias Cañete. Creemos que la ley no contribuye en absoluto a proteger los ecosistemas, ni al uso sostenible del litoral, ni aumenta la seguridad jurídica como se había anunciado inicialmente.
Seguro que el proyecto de la reforma de la ley de costas es mejorable, pero de lo que no cabe la menor duda es de que es un texto que garantiza mejor la sostenibilidad ambiental, económica y social de nuestro litoral, protege mejor el medio ambiente y prevé mejor los efectos de sus alteraciones que la ley vigente.
La existencia de un posible conflicto de intereses entre el PP y el sector de la construcción quedó patente en el informe Amnistía a la Destrucción que hizo público Greenpeace el pasado mes de diciembre. Posteriormente los papeles de Bárcenas confirmarían los vínculos del PP y las constructoras.
Greenpeace ha publicado el informe Amnistía a la destrucción donde se denuncian los impactos para el medio ambiente del proyecto de nueva Ley de Costas y señala algunos importantes beneficiarios de determinados articulados de la nueva normativa. Porque hay amistades peligrosas que codician y amenazan las playas y costas de todos.
Por fin hemos conocido los cambios que el Gobierno de Rajoy introducirá en la Ley de Costas. El resumen es una relajación en la protección del litoral, pero lo más grave es una legalización masiva de que aquello que ya está construido.