La mujer, que mató a tres personas e hirió a cinco en la clínica de La Concepción de Madrid el 3 de abril de 2003, ha superado la esquizofrenia paranoide.
Para ayudar a descubrir, conocer y comprender mejor el país que recibió Trump, varios escritores estadounidenses, de origen hispano en Estados Unidos, latinoamericanos y españoles recomiendan libros esenciales para conocer la geografía social, política y económica de este momento. Para que la democracia sobreviva a la era Trump.
No hay duda de que fue la cerrazón y el egoísmo de quienes se habían estado beneficiando del statu quo lo que impidió que el 15M floreciera en mejor modo. Si hubieran abierto las puertas de parlamentos y casas consistoriales a aquellas iniciativas, no habrían vencido los cínicos, los que despreciaban la democracia y odiaban el consenso.
Hay muchos motivos por los que las mujeres llevan velo, pero nadie esperaba que esta prenda pudiera dividir a la sociedad de esa manera. Vivimos en un país que nos da libertad en todos los aspectos. Mientras acatemos la Constitución y las reglas no escritas de la convivencia, tendremos derecho a la libertad de expresión individual.
El futuro que le espera a Turquía es incierto toda vez que se está intentando vetar todo atisbo de disidencia y se cierran los canales de expresión para figuras públicas, ciudadanos y militares que no piensan igual, al mismo tiempo que se oscurece el camino hacia la Unión Europea. Se esperan cambios, porque Turquía es ahora un caldero de agua hirviendo que no se sabe por dónde va a rebosar.
Todas las posibles cadenas de explicaciones causales se rompen en mil y mil pedazos ante la dimensión descomunal del horror de un hecho como el de anoche en Niza, con esos ciudadanos de carne y hueso (no figuras poéticas de ningún irresponsable análisis pretendidamente sesudo) perdiendo la vida de una manera brutal y sumamente cruel.
Creo que hay que apoyar que en el Partido Popular adquieran cada vez más peso y relevancia aquellos responsables o líderes nacionales, autonómicos o locales, que apuestan claramente por la igualdad, sin excusas ni excepciones, de las personas LGTB+. Hacer eso va a significar un cambio de estrategia muy valiente que es posible que no sea, en un principio, bien entendido, pero me parece que es algo imprescindible.
Lo que hace Ron Lalá es un teatro popular. Hecho para el pueblo y para las masas al estilo de Cervantes. De ese que considera a las masas lo suficientemente inteligentes para que cacen las referencias al vuelo. Esas masas que ven que desde que el mundo es mundo, la vida es una lucha por liberarse. Librarse de esos que les dicen cómo y qué pensar, de qué reírse, cuándo mostrarse serios. Como muchos de los políticos, periodistas y líderes de opinión actuales.
En algún momento, la teoría del apego pasó de ser un saber de la psicología del desarrollo a una obsesión que hoy se está instalando como operador biopolítico. Lejos de negar la importancia del apego como conducta, me preocupa el modo en que el concepto se instala, ahora como un ordenador de madres: las de crianza con apego, y las otras, las desnaturalizadas.
El asesinato de los caricaturistas franceses no fue un atentado contra el humor ni contra la prensa, sino contra la democracia y los cimientos de la libertad. Un año después de ese 7 de enero no nos sentimos seguros ni siquiera en París, cuna de los derechos del hombre.
¿Tendremos la suerte de que algún Gobierno nacional o supranacional entienda que en el S. XXI la mejor garantía para que haya un flujo continuo, renovado y acumulativo de conocimiento es... ¡la libertad! La libertad de creación, de circulación de ideas, de establecimiento de las empresas de conocimiento, de disrupción creativa del orden establecido de los negocios... y tantas otras libertades que estimulan el conocimiento y su aplicación.
Los lugares y la tecnología pueden haber cambiado a lo largo del tiempo, pero la historia humana no: ni la brutalidad de los ataques terroristas, ni la pérdida de vidas inocentes. Como tampoco ha cambiado la determinación de la gente corriente, ni la de los mandatarios democráticamente elegidos, que se niegan a verse doblegados ante el terror.
No recuerdo exactamente el día en que me senté a escribir El chico de las estrellas. Quizá no hubo un principio en sí, de la misma forma en que no acaba. Sí hay un final, siempre lo hay, aunque éste siempre continúa. Pero si recuerdo el por qué. Me recuerdo hecho trizas.
Si hay una manifestación del cuerpo que sigue siendo tabú, aún en nuestros días de transparencia total, son los peos vaginales. Me pregunto qué tendrá de particular dicho gas que no cobra el estatuto de otros fluidos y desechos corporales que logran entrar a la discusión, aunque sea por la vía del humor.
Los primeros responsables de hechos como el acaecido la semana pasada en Carolina del Sur son las familias. Cuando no luchan de forma activa contra los estereotipos que carcomen la sociedad y enferman los espíritus más jóvenes, y cuando no condenan de forma expresa, firme y sin dejar lugar a dudas el racismo en todos los ámbitos y en todas sus manifestaciones, son culpables.