Bartomeu, el Barça y el síndrome del político
El actual presidente llegó de rebote y se irá en silencio, incapaz de haber dejado huella alguna. Su legado quedará embarrado por la sanción de la FIFA y los chanchullos numéricos de la llegada de Neymar. Su mejor decisión, convocar elecciones, vuelve a llegar tarde. Como los políticos.