El TC ha suspendido cautelarmente el decreto ley que regula la jornada de trabajo de 35 horas del personal empleado público y varios preceptos de los presupuestos de la Junta de Andalucía.
En los últimos años ha cobrado fuerza el debate sobre la racionalización de los horarios en España, incluyendo la reivindicación de volver a adaptar en todo el país la hora de Greenwich, que hoy en día dentro de España solo se aplica en las Islas Canarias. Implicaría retrasar el reloj en la península y en las Islas Baleares en una hora, de modo que frente a la hora oficial amanecería y anochecería una hora antes.
Los españoles despreciamos el tiempo como si fueramos chavales. No solamente por los horarios absurdos o el desfase horario con Greenwich. Parece mentira, pero en un país tan hedonista como éste siempre nos ha preocupado más el sueldo final que cuantas horas hay que meter para lograrlo.