infelicidad

Existen ciertas pautas comunes que relacionan algunos trabajos con la tristeza.

Seguramente has visto a esos hámsters que corren constantemente dentro de una rueda sin llegar a ninguna parte, de la misma forma que nosotros corremos en el gimnasio sobre una cinta de correr, también sin movernos del sitio. Este es el motivo fundamental por el que a veces no logramos ser más felices y el efecto que lo explica se llama "el efecto de la cinta de correr".

Cambiar tus hábitos para ser feliz es una de las mejores cosas que puedes hacer por ti mismo. Pero también merece la pena por otra razón: tomar las riendas de tu propia felicidad hace que los que te rodean sean más felices.

Cuando se rompe una relación entramos en una espiral de desbordamiento de emociones que afectan a nuestra vida diaria. La idea de mudarte te confronta con la realidad de forma directa: tu relación se ha roto, lo que te puede producir cierta sensación de caos y un sentimiento de pérdida de rumbo en la vida.

A lo largo de los años, he aprendido que hay ciertos rasgos y hábitos que caracterizan a las personas crónicamente infelices. Pero, antes de entrar a detallarlos, aviso: todos tenemos malos días, e incluso semanas, en los que caemos en las siete casillas.