Un acuerdo que funcionaba, un líder que lo rompe, otro que amenaza con hacer lo propio, el Golfo que se llena de soldados y mucha tensión verbal. ¿En qué quedará?
No se trata de tener mejor o peor imagen del régimen iraní. Para un demócrata, la imagen no puede nunca ser buena. Pero sí es importante que los analistas y los reporteros hagan su trabajo con objetividad para poder predecir lo mejor posible el rumbo de los acontecimientos.