La Alemania de Günter Grass
Grass se atrevió a decir que el nacionalsocialismo hitleriano no era sino la punta del iceberg, la lógica puesta en escena de una sociedad ambiciosa representada en la pequeña burguesía a la que le crecían los enanos. El distanciamiento mental, siempre ominoso por encubridor, de las cámaras de gas nunca se produce del todo y el sentimiento de culpa emerge con el tufo de los hornos crematorios.