guerra siria
Cómo un paraíso vacacional se ha convertido en un imperio de las tinieblas
Hungría sigue siendo la ciudad más hermosa de Europa, pero ya no puedo volver allí. Hace algún tiempo que las personas decentes, bienintencionadas y de buen corazón han pasado a ser una minoría en este país. La UE debe hacer que Hungría asuma su responsabilidad ante todo este salvajismo y extremismo xenófobo, aunque a los líderes políticos europeos les sigan importando un comino los valores europeos.
Mi huida hacia Alemania
Muchas personas pueden preguntarse por qué he empezado siquiera una travesía tan peligrosa. La cuestión es que para mí hubiera sido más peligroso permanecer en Siria. Esta odisea es la única oportunidad que tengo de no formar parte del servicio militar en mi país. No quiero disparar a nadie y no quiero ser la razón por la que tengan que sufrir más abuelos, madres y padres. Mientras dure la guerra en Siria, nadie está a salvo. Necesito seguir vivo.
¿Podremos llevar una luz de esperanza a la población siria?
Las autoridades calculan que, sólo en Alepo, entre 70.000 y 100.000 personas han sufrido amputaciones desde que comenzó el conflicto sirio. Cada una de esas personas traumatizadas necesita rehabilitación para recuperarse física y mentalmente. Se necesitan sillas de ruedas y miembros ortopédicos. Para mediados de año, la Cruz Roja y la Media Luna Roja tendrán dos grandes clínicas de ortopedia en funcionamiento, una en Alepo y otra en Damasco.
La tragedia siria ya no vende portadas
La tragedia siria, a base de prolongarse, se ha banalizado, convirtiéndose en un continuum del que no se avista un final próximo. A ojos de Occidente, la guerra civil siria ha pasado a formar parte del estado natural de las cosas, como la pobreza en África o los incendios forestales estivales.