La incertidumbre sobre el apoyo germano a Kiev provoca pérdidas en las principales empresas de Defensa y causa roces en la coalición entre socialdemócratas, verdes y liberales.
Entre el 6 y el 9 de junio, cerca de 400 millones de europeos tienen una cita para decidir en qué Unión quieren vivir. La ultraderecha y la polarización amenazan la Unión en un momento en que la suma en la acción es clave.
Al principio, la extrañeza fue que se pactó el primer Gobierno de coalición de la democracia, pero las catástrofes afloraron y relegaron esa novedad a apenas una nota al pie.
Los precios, aunque se moderan, los salarios o el cambio en la manera de contar los fijos discontinuos, son las tareas a las que no se ha dado solución en la legislatura.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha tenido que negociar no solo con Unidas Podemos, sino también con los partidos nacionalistas e independentistas catalanes y vascos que le han sostenido en estos casi cuatro años.
Los morados defienden moratorias de agua a la macrogranjas y a la agroindustria, como los regadíos hiperintensivos, frente a la que llaman "falta ambición" socialista.
Insiste en que hay margen para el acuerdo sobre el sí es sí, pero que no sabe "qué tiene que pasar" para que se produzca. "Yo no me he levantado de la mesa", enfatiza.
El Gobierno aumenta el gasto en Defensa un 25% en 2023, buscando cumplir su compromiso con la OTAN pero a costa de un nuevo enfrentamiento en la coalición.
El Ejecutivo prevé recaudar 3.144 millones de euros con las nuevas medidas fiscales mientras que reduce las cargas a las clase media y trabajadora. Estas son las medidas.
El presidente del Gobierno no duda de que Yolanda Díaz llegará a las generales con su nuevo proyecto político, como ha apuntado durante su viaje por los Balcanes.
Los sondeos de 'ABC', 'VozPópuli' y 'El Debate' dan a los conservadores al menos un 30% de los votos, que puede subir hasta un 36%. El PSOE se queda en el 24%.
En una entrevista en 'El País', el presidente del Gobierno ha pedido "a la izquierda no socialista" que "reflexione" sobre el incremento del gasto militar.
Defiende la inversión de 2% del PIB en defensa, porque es un presupuesto que sería para “disuadir, no para atacar” y puede dinamizar la industria española.