Por ejemplo, preguntas como: ¿son fruto de un embarazo natural?, ¿hay más gemelos en vuestra familia?; o comentarios como: ¡Dios, estás enorme! Vas a tener gemelos, ¿verdad?... A lo que yo respondo: "Pues sí, hay ocho extremidades aquí dentro".
"¿Cuál es la ventaja de tener gemelos?", le pregunté, agarrotada por el miedo y las molestias en el ecuador de mi embarazo múltiple de alto riesgo, a una vieja amiga. Esa amiga, cuyos gemelos son un año mayores que los míos, me contestó: "La ventaja es que tienes dos".