Sobre nuestra seguridad y salud, se ciernen oscuros intereses políticos y económicos. La central nuclear de Garoña, la más vieja de la UE, estuvo en funcionamiento durante 42 años, pero lleva desde 2012 parada, sin que haya falta de suministro eléctrico. Pero algunos parecen empeñados en alargar su vida, aunque su reactor es gemelo al de Fukushima.