Los italianos despiden el año con sus propias y peculiares tradiciones: comiendo lentejas, como símbolo de una sana y larga vida; para alejar malos espíritus abren puertas y ventanas y lanzan fuegos artificiales y petardos. Una de sus costumbres más conocida e imitada en otros lugares es la de ponerse una prenda íntima roja para recibir el nuevo año.