El día 6 explotaba un taxi en Barcelona. El conductor, único ocupante del vehículo, resultó herido, con quemaduras en la cabeza. Otras dos personas resultaron también heridas. El taxi, un Toyota Prius híbrido, transformado para la utilización de gas licuado de petróleo, quedó totalmente destruido. Podría haber comenzado diciendo que están circulando por nuestras ciudades bombas rodantes. No seamos alarmistas. El problema es serio y las autoridades deben actuar cuanto antes.