La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, excluye a Felipe VI de su toma de posesión, un gesto que agrava la "pausa diplomática" planteada por López Obrador por el silencio del rey a sus exigencias de "disculpas". Moncloa reacciona contra una decisión "inaceptable e inexplicable" en palabras de Pedro Sánchez.