Qué pesadilla ser testigo del continuo éxito de un partido que incita al odio contra las minorías, que quiere traer de vuelta una terminología y unas propuestas nacionalsocialistas y que no puede distanciarse de forma creíble de los neonazis.
Los humanos somos una especie muy flexible. Allá donde nos pongan, vamos a adaptarnos. Si hace unas décadas alguien nos hubiera dicho que en unos cuantos años habría policías en cada escuela para proteger a los niños de xenófobos/extremistas/maníacos racistas movidos por el odio y armados, así como de sus propios compañeros con armas, hubiéramos pensado que estaba loco.
La ciudad de Jerusalén resulta cada día más agobiante debido a un creciente nacionalismo mezclado con religión y fanatismo. Los jóvenes laicos huyen a Tel Aviv o a otras ciudades del país. Aquí tienes una panorámica de ese radicalismo que hace la vida cada vez más difícil a israelíes laicos, árabes, e incluso turistas.