López Obrador es un viejo político que promete un mundo nuevo para México con un mensaje viejo que aquí no se ha testado. Sus detractores le tachan de radical, demagogo y antiguo. Sus seguidores ven en él al hombre capaz de concluir la traicionada revolución en la que participaran Villa y Zapata. Muchos le dan por muerto, pero quizá ahí esté su fuerza.