duques de palma
Urdangarín, la infanta y los que callaron y otorgaron
Durante años, en este país, muchos dirigentes públicos supieron antes que todos los demás que Urdangarín, con su escudo -su mujer y su suegro- estaba, presuntamente, robando sin rubor, sin piedad, sin pudor y con una cara muy dura de las arcas del Estado y nadie tiró de la manta ni reclamó.