En vez de llegar a un país en el que las niñas puedan imaginarse en el Despacho Oval, llegarás en un momento de profunda insatisfacción y caos. Será presidente un hombre cuyo respeto por las mujeres es aún más escaso que su respeto por la verdad.
Sólo por el contenido islamófobo que ofreció Breitbart bajo la batuta de Steve Bannon -nuevo jefe de estrategia de Trump-, este debería estar invalidado para ocupar cualquier puesto en la Casa Blanca. La islamofobia es tan moralmente injusta y repugnante como el antisemitismo, el racismo, la homofobia y el sexismo.
Mis vecinos, que colocaron carteles de apoyo a Trump durante las elecciones, son buenas personas cuyas familias están sufriendo y creen -con razón- que en Washington a nadie le importa en lo que se han convertido sus vidas.
El núcleo de la oposición será impulsado por jóvenes, que, como en los movimientos Occupy Wall Street y Black Lives Matter, no toleren estupideces, muestren una implacable resistencia a las autoridades y no tengan ningún interés en ceder ante racistas y misóginos.