Quien se haya endeudado en otra moneda distinta a aquella en la que obtiene los ingresos se ha equivocado (salvo que busque asumir riesgos) y, por lo tanto, debe poner fin a ese error. Si lo puede hacer con beneficios, mejor. Si debe soportar pérdidas, que eso no sea un condicionante para poner fin a su posición corta en francos suizos o en yenes japoneses.