Nació como una especie de caniche francés (muy feo, por cierto), en principio era negra, presumiblemente judía y oficialmente tenía 16 años. Aún así, en los años 20, Betty Boop se convirtió en toda un sex symbol, arrasando con el sutil e irresistible erotismo de Greta Garbo, Virginia Cherrill, Paulette Goddar o la mismísima Marlene Dietrich.