¿Son machistas los dibujos? Así son sus personajes femeninos
Pasamos 12 horas haciendo 'zapping' por los canales infantiles más vistos.
Los padres más concienciados contra la telebasura sintonizan en sus casas las cadenas infantiles pensando que esos contenidos serán apropiados. Pero cuando encienden el televisor para sus hijos, la mayoría no se sienta a su lado para saber qué es lo que están viendo exactamente.
¿Qué tipo de modelos femeninos transmiten los programas infantiles? Según un estudio de la empresa alemana Media Control, las niñas pasan más tiempo frente a la pantalla que los niños. Y los personajes con los que se identifican son más susceptibles de verse representados bajo cánones machistas.
Después de ver los canales infantiles más populares de España —Clan TV, Disney Channel, Boing y Neox— durante 12 horas de domingo, día de fin de semana, cuando los niños ven más televisión, se puede extraer una conclusión: los programas para niños aún tienen mucho que hacer en términos de igualdad. Los personajes femeninos suelen desempeñar labores tradicionalmente asociadas a su género, llevan ropa y colores "de chicas" y están obsesionadas con ser populares, gustar a los chicos e ir a la moda.
ROJO Y ROSA, VESTIDOS Y FALDAS
Dan las ocho de la mañana y los personajes clásicos de Disney están empezando a entonar la canción de La casa de Mickey Mouse en Disney Channel. Minnie y Daisy van con sus tacones, su vestido y su lazo para realizar cualquier tarea, desde trabajar en el huerto hasta hacer la comida, la viva imagen de cuando las crearon en los años 20. Que en el siglo XXI la factoría haya sido incapaz de hacer evolucionar estéticamente a sus chicas dice mucho de cómo va a ser la apariencia de las chicas este día.
La apariencia de las protagonistas de Disney adelanta lo que vamos a encontrar en el resto de series. Los personajes femeninos están codificados por colores: rojo, rosa, naranja son imprescindibles en la indumentaria. Cuando hay más de una chica, una de ellas puede vestir de azul o amarillo, siempre que la otra lleve los primeros. En el 90% de los casos llevan falda o vestido, algún tipo de maquillaje y algún adorno en el pelo. El cabello siempre es largo, a menos que haya más de una chica; y en ese caso, la que es más violenta o decidida es la que lo lleva corto. Dos ejemplos son Las Supernenas y Teen titans.
Minnie y Daisy se dedican a plantear las dudas y transmitir valores sobre comer sano pero, cuando tienen que conseguir algo de Pete (el antagonista habitual de Mickey), recurren a los parpadeos coquetos y la súplica. Las soluciones a los problemas siempre vienen de la mano de personajes masculinos, ya sean Mickey, Donald, Goofy o personajes secundarios (no hay secundarias).
"EL DINERO QUE ESTÁS AHORRANDO PARA GASTARTE CON TU GOLFA"
Cambiamos a Neox, donde están poniendo su especial para niños Neox Kidz, que consiste en la emisión de varias series ininterrumpidamente. Lo primero que se oye es:
Se trata de Shin Chan, una serie japonesa. La escena se desarrolla durante una comida familiar. El primero que habla es el padre, aleccionando a su esposa sobre el dinero. El hijo le echa en cara que está ahorrando a escondidas. Es un malentendido, pues lo que quiere es jugar al golf, pero el lenguaje choca.
La madre de Shin-chan es violenta, pega tanto a su hijo como a su marido. Es irracional, pues toma decisiones basándose en el azar, tirando un palito al aire. Es caótica y caprichosa, ya que obliga al técnico que instala el aire acondicionado a cambiarlo hasta tres veces de sitio. Jamás resuelve un problema, pero admira la inteligencia de los hombres que lo hacen. Su esposo es quien decide dónde se cena y lo que se ve en la tele, e intenta ligar con desconocidas en cuanto puede.
Doraemon se emite en Boing y muestra a las madres como las encargadas de la educación de los hijos y de preparar las comidas; eso sí, se ponen histéricas con los bichos. Shizuka, la chica que le gusta a Nobita, el protagonista, actúa de doncella en apuros. La abuela de uno de sus amigos es una anciana supersticiosa, y su nuera, una mujer avariciosa y presuntuosa. No hay más personajes femeninos.
Las dos series japonesas son significativamente más machistas que las occidentales. En ambos casos, las mujeres siempre son amas de casa, su actitud es servicial y discreta o torpe e histérica. Ninguna es inteligente, heroica ni carismática.
SUPERHEROÍNAS, CASI IGUALES
Volvemos a Disney Channel. Emiten PJ Masks, sobre un trío de amigos que asumen identidades secretas para luchar contra el mal. Son dos chicos y una chica, y en términos de igualdad es un soplo de aire fresco. Amaya (Buhita) es una chica castaña y con gafas que no se esfuerza para ser guapa ni ir a la moda. Su color es el rojo, cómo no, pero en todo lo demás es igual de heroica, divertida e ingeniosa que sus compañeros. Quizá más sensata que ellos. No así Lunática, la supervillana a la que se enfrentan, igual de malvada y divertida que los antagonistas masculinos.
Realmente, la única pega que se le puede poner a esta serie es que las chicas son escasas, en comparación con los chicos. Y esa queja es una constante en las producciones infantiles: sólo en las series dirigidas específicamente a las niñas los personajes femeninos tienen una presencia igual o mayor a la de los masculinos.
Una de ellas es Peppa Pig, de Clan TV. Es una de las favoritas entre los niños y pronto resulta evidente que eso es algo positivo: dejando de lado que todos los personajes femeninos llevan los labios rojos y vestidos en los tonos habituales, hombres y mujeres son tratados con la más absoluta igualdad. Todos tienen dudas y sirven para resolver las de otros, todos pueden hacer travesuras y cometer errores; todos los deseos y opiniones son tratados con la misma importancia y respeto, y ninguno de los sexos se asocia más a una actividad que el otro, salvo quizá cocinar. Ellas llevan y traen comida, ellos sólo se la comen.
MUY, MUY POCAS CHICAS
Seguimos en Clan TV para ver un peso pesado de la animación actual: La Patrulla Canina. Sólo hay una chica entre los seis miembros del grupo, la perrita más pequeña cuyo traje, por supuesto, es rosa. A lo largo de cuatro capítulos todos los actos heroicos y acciones distintivas son llevados a cabo por los personajes masculinos. Sólo hay una excepción: el rescate que protagoniza una perra llamada Everest que aparece sólo una vez. Entre los secundarios está la alcaldesa y una amiga del protagonista, Katie, rubia y amante del rosa, cuya labor es cuidar a los perros cuando se ponen enfermos. Entre los muchos personajes que piden ayuda a los protagonistas y que aparecen sólo en un capítulo no hay ninguna chica.
En el extremo opuesto se sitúa Una casa de locos, una serie de Neox sobre una familia que tiene 11 hijas y un único niño, el mediano. Lincoln es el protagonista, pero todos los demás personajes, los que le motivan, atacan, aconsejan o fastidian, en definitiva, los que intervienen en la trama, son chicas. Sus hermanas, de todas las edades, tienen personalidades y aspectos muy diferentes, una representación muy variada que incluye gordas, delgadas, guapas, feas, listas, tontas... pero todas divertidas.
Pasamos a Clan TV, donde están echando otro ejemplo de chicas guays que están en minoría:Freak Town, sobre una ciudad de monstruos asediada por la Princesa Boo Boo. En sí misma, esta antagonista es muy graciosa, pero es un ejemplo más de una villana rubia, cursi, chillona, histérica y caprichosa, características que muchos asocian con el género femenino y se refuerzan con personajes así.
El otro personaje femenino, no obstante, es un ejemplo de igualdad, una monstrua normal, miembro del trío protagonista y muy buena en lo suyo. Quizá demasiado sensata, en comparación al resto de personajes, otra característica típica de las chicas de la ficción. No existe el término medio: cuando las chicas no son inferiores (en fuerza, valentía o inteligencia) actúan como mamás del grupo.
En el mismo canal empieza una serie mítica con público infantil pero también adulto: Bob Esponja. Es un universo en el que no existen mujeres de importancia. Las únicas chicas recurrentes son una ardilla llamada Arenita, una científica que se dedica a resolver las dudas de los demás; una inteligencia artificial casada con el villano, un plancton con el que interactúa siguiendo los clichés de la ficción de la típica esposa falta de cariño con un marido poco atento; y una ballena que se pasa el día cotilleando por el móvil. Los personajes episódicos femeninos siempre son madres o novias.
OBSESIONADAS CON LA MODA Y LOS CHICOS
Cambiamos de nuevo a Disney Channel. Están echando una de sus grandes apuestas, a juzgar por el número de capítulos que le dedican: Star contra las fuerzas del mal. La protagonista es una princesa que lleva un vestido azul, aunque su diadema, leotardos, botas y los corazones que colorean sus mejillas son todos rosas y morados. Las otras dos mujeres que aparecen son su madre, preocupada por el aspecto y el cumplimiento de las normas, y una compañera de instituto popular, engreída y egoísta.
A primera vista, Star tiene buena pinta: una chica que combate contra monstruos con una varita mágica sospechosamente parecida a la de Sailor Moon; pero en realidad se trata de una preadolescente chillona loca por gustar a los chicos. La trama consiste en que se deprime y no se levanta de la cama porque no le llama el chico que le gusta. Los conflictos amorosos no son habituales para los personajes masculinos. Lo mismo ocurre con la preocupación por el aspecto físico o el estatus social. Los chicos suelen tener conflictos familiares, de amistad o deseos de ser mayor o conseguir algo.
La siguiente serie presenta los mismos problemas que Star. Se trata de Piny, Institute of New York. Trata sobre las chicas de un instituto de moda y diseño para las que lo más importante es crear tendencia y la posición social que ocupan dentro del centro. Hablan de prestarse tops, de si les gusta tal o cual modelito, de que alguna va con ropa sin estilo o debería lavarse más el pelo... y los adjetivos que emplean los personajes son "divertido", "coqueto" o "fabuloso".
El pelo, los ojos y la ropa de todas ellas son de color rosa, naranja o rojo. Hay dos grupos de personajes femeninos: las buenas, que dedican su tiempo a diseñar ropa y pasar sus modelitos en clase y dicen cosas del estilo "como si Dior le robara a Chanel. Dior tiene mejores ideas". Y las malas, que son las chicas más populares del instituto; se dedican a robarle las ideas a las demás y sueltan perlas como "si quieres que te tomen en serio, no deberías llevar cosas así en la cabeza".
SUPERHEROÍNAS QUE REFLEXIONAN SOBRE SER CHICA
Cambiamos a Boing para ver una de las series de chicas más importantes de la historia: Las Supernenas. No empieza bien. Hay una supervillana cuyo objetivo son "todos los diamantes" del pueblo. Ello da pie a escuchar el cliché: "Los diamantes son los mejores amigos de una chica". Al final es detenida por la Policía de Moda, formada por una mujer y un hombre afeminado que detectan "falta de glamour".
El siguiente capítulo es más interesante e invita a reflexionar sobre la igualdad. La protagonista es la típica princesa. La serie se cachondea de los clichés de los cuentos porque siempre se expresa cantando. El tema de sus canciones es su mayor deseo: ser rescatada por su príncipe azul. "El momento en que empezará mi vida", afirma. Para ello trata de ponerse en peligro en todo momento y las Supernenas tienen que evitar que se suicide intentando atraer la atención de un príncipe con frases como "no necesitas que te salven, puedes hacer lo que quieras con tu vida".
Al final la princesa se erige en rescatadora de las propias Supernenas y rechaza al príncipe, pero también al trío protagonista. "No respetasteis mi personalidad desde el principio. Me gusta ser princesa, ponerme vestidos recargados y cantar en el bosque, y no me gusta dar puñetazos", dice antes de marcharse. Las heroínas reflexionan sobre lo ocurrido. Cactus, la más agresiva, dice: "Vaya lección nos ha dado". Burbuja, la más cursi, pregunta: "¿Puede gustarme llevar vestidos recargados y pegar a los villanos?".
La serie claramente se posiciona afirmativamente, pero no aborda el hecho de que las decisiones de la princesa, aunque propias, la habrían conducido a la muerte.
LAS SERIES DE CARNE Y HUESO SON PEORES QUE LOS DIBUJOS
Los espacios con actores de carne y hueso, aunque son menos frecuentes, incurren en más estereotipos sobre los roles de género que los dibujos animados. Es el caso de Sam y Cat, una serie de Neox sobre dos chicas que hacen de canguro para las familias de un edificio. La única capaz de imponerse a los niños que cuidan es la chica dura y macarra que sabe imponerse y viste más desaliñada. La otra es dulce, ingenua, llorona, vestida de rosa de la cabeza a los pies y le toma el pelo hasta el más pequeñajo.
La trama es la siguiente: la chica dura encuentra un trabajo y empieza a dejarse caer menos por casa. La chica más blandita es incapaz de hacer frente a sus obligaciones como canguro. Ambas se enzarzan en una conversación que reproduce el esquema del ama de casa despechada y el marido adicto al trabajo:
Al final, la macarra deja inconsciente de un golpe a la invitada y las protagonistas se reconcilian. "Te he echado de menos", dice la chica blandita. "¿Por qué no me calientas ese pollo?", contesta la tía dura.
SERIES QUE MEZCLAN TODO
Otro ejemplo de serie con actores reales es Entre Hermanos (Disney Channel), esquizofrénica en temas de género. La protagonista es una preadolescente llamada Harley, hija mediana de una familia latina. Es un genio de la ingeniería y no se ve afectada por tramas amorosas, angustias sobre su aspecto ni preocupación por ser popular, sino que lo que quiere es probarle a su padre que puede trabajar en el negocio familiar. No sólo lo consigue, sino que sus ideas generan grandes beneficios.
Sin embargo, los otros tres personajes femeninos, la madre y las dos hermanas adolescentes, son harina de otro costal. La primera está extremadamente preocupada porque el vecindario vea que su familia es "normal" y para ello decide que la vía es colgar una foto de todos en la iglesia. Una vez que pone en marcha su idea, se dedica exclusivamente a ponerse guapa y a pasar revista a lo que van a llevar sus dos hijas mayores en la foto porque "una siempre tiene que ir bien" (los chicos no, se ve). Cuando el hermano de ocho años vacila a la hija mayor sobre su aspecto le da un ataque de histeria. La otra hermana tiene otros planes: pasarse el capítulo practicando su sonrisa ante un espejo por si un chico se fija en la foto.
Al final, el padre reconoce el trabajo de la protagonista. La madre, nada más verla, le dice: "Harley, podrías arreglarte para la foto. Antepón a la familia, por una vez".
LADYBUG, LA HEROÍNA QUE SÓLO PIENSA EN EL AMOR
Cae la tarde y por fin empieza la serie de la superheroína favorita de las niñas: Prodigiosa, las aventuras de Ladybug. Cuenta la historia de una la parisina Marinette, que se debate entre su vida normal, en la que lo más importante es el chico que le gusta, y su identidad secreta, la superheroína Ladybug que combate junto a otro superhéroe, Cat Noir (cuya identidad real es el chico que le gusta).
De antemano, Ladybug es valiente, competente y la absoluta protagonista de su historia. Pero la ansiedad que le produce su amor platónico le hace comportarse de manera egoísta e insensata, espiándole y humillando a una chica que trata de impresionarle haciéndose pasar por su amiga.
La chica, celosa y enfadada, es poseída por el villano y compite contra Ladybug por las atenciones del chico. Afortunadamente, concienciar contra esto parece ser la lección del capítulo.
No emiten más episodios y el tiempo se acaba. Apagamos la televisión y todo parece oscuro y silencioso en comparación al festival de colores y voces chillonas de las últimas 12 horas.