"Platero, Marco Aurelio de los prados... ¡Pobre asno! ¡Tan bueno, tan noble, tan agudo como era! ¡Si al hombre que es bueno debieran decirle asno!", escribió Juan Ramón Jiménez. Como a Platero, a los políticos que son buenos deberíamos llamarles asnos. Porque los buenos políticos, como los asnos, están en vías de extinción. Irónicamente...