El verano pasado por estas fechas presentaba mi novela 'La huella del hereje'. La trama policíaca de la novela iba sobre el robo de un famoso códice de la Catedral de Santiago.
Fuera por su devoción sicopática de dos misas diarias, o por despecho laboral, si el electricista milagroso fue capaz de transferir a su casa millones de euros sin que nadie lo denunciase y no se trata de un portento del todopoderoso, solo quedan las explicaciones terrenales.