El Códice Calixtino, recuperado: estaba en un garaje en Santiago de Compostela
Las cuatro detenciones llevadas a cabo en las últimas horas han resultado claves para localizar el Códice Calixtino, de cuyo robo se cumplía un año este mismo jueves. Esta joya manuscrita del siglo XII —que constituye la primera guía del Camino de Santiago— estaba escondida en un garaje empleado como trastero en el edificio número 5 de la calle Da Cruxa, en Milladoiro (A Coruña), donde reside el electricista detenido, ex trabajador de la catedral de Santiago y presunto autor material del robo.
El manuscrito estaba envuelto en una bolsa de basura. Mauricio García, un hombre que junto a su mujer fue testigo del hallazgo, ha explicado que la Policía les pidió a él y su esposa que comparecieran como testigos para la apertura del trastero. Al abrir la puerta, vieron "como un libro antiguo" metido en una bolsa de plástico, al lado de bolsas de cemento y plaquetas.
El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, y el deán de la Catedral compostelana, José María Díaz, han confirmado la autenticidad del Códice Calixtino. Tras ser ratificada su autenticidad, la Policía Nacional se ha llevado el libro custodiado envuelto en una toalla blanca. Hasta el viernes no regresará a la Catedral compostelana. Una vez identificado el libro, el arzobispo y el deán se han mostrado "muy contentos" y "satisfechos" por el hallazgo y han agradecido el trabajo policial para recuperarlo.
La Policía Nacional anunciaba anoche la detención de cuatro personas el electricista —que trabajó durante más de 25 años como autónomo en la catedral y al que los agentes han investigado durante todo el año, antiguo trabajador de la catedral de Santiago—; su mujer, su hijo y la pareja de éste último. Todos ellos pasarán a disposición judicial este jueves.
"Desde que dejó de trabajar en la Catedral, él siguió asistiendo a distintos actos. Era una persona que visitaba con asiduidad el templo", ha afirmado sobre el electricista el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez.
DOS TESTIGOS IMPROVISADOS
Dos ciudadanos han sido improvisados testigos del operativo para recuperar el manuscrito. "La Policía necesitaba testigos, y mi marido y yo estábamos justo en una terraza cercana", ha explicado a EFE una mujer bilbaína, Begoña Bravo, que estaba de visita en la localidad y reside en otra cercana. "Los agentes se acercaron a nosotros y nos preguntaron, ¿podrían acompañarnos a un reconocimiento, que necesitamos testigos?, pero sin explicar nada más", añadió.
El garaje, según esta testigo, estaba "lleno de porquería y suciedad". "Allí los efectivos miraron en un lado y otro, sacaron una maleta curiosamente muy limpia, pero que estaba vacía", apuntó. "Después encontraron otras bandejas de plata, y otros libros pertenecientes a la Catedral", aseguró, y añadió que "había una zona con cementos y ladrillo".
"Entonces, el juez instructor José Antonio Vázquez Taín, al ver ese cemento, preguntó, ¿habéis mirado ahí?", enfatizó. A continuación, cuando procedieron a la inspección, "encontraron cuatro o cinco bolsas, empezaron a romper una por una, y apareció el Códice", afirmó.
La testigo del hallazgo ha reconocido que "lloramos, porque estaba en perfecto estado". "Viendo cómo estaba el garaje, lleno de suciedad, ha sido una alegría enorme comprobar que esta joya del siglo XII estaba impecable. Nos emocionamos todos, también el juez José Antonio Vázquez Taín" ha comentado a la agencia EFE.
El 'Codex Calistinus' o Códice Calixtino, compuesto por cinco libros, habla de las peregrinaciones a Compostela y permite conocer las dificultades de las rutas, sus usos lingüísticos y sus costumbres, describe los paisajes y sus gentes, anécdotas, milagros del Apóstol y sermones, según recogió El Mundo cuando se produjo el robo. El texto de este Codex es atribuido al monje cluniacense, de mediados del siglo XII, Aymerico Picaud, clérigo de Pitou, acompañante del pontífice Calixto, Guido de Borgoña, en su peregrinación a Santiago por el año 1109.