"Parezco un trampantojo de seductor", afirmó Pedro. "Pues si me permites, pareces un gatito", respondió ella, antes de rematar con un "la verdad es que no" generas deseos salvajes.
"Físicamente, que es lo que estaba viendo, es que no tiene nada que ver. Nada, nada. Ni un bigote, ni una barba, ni una nariz simétrica a sus orejas, es... nada, ni siquiera simétrico en él".
Diana, una figurante de 28 años en un salón erótico, quiso seducir con un baile sensual pero la sentencia de el chaval no es precisamente la que estaba esperando.