El anuncio llega apenas una semana después del comunicado emitido por Kensington en el que la princesa de Gales admitía haber utilizado Photoshop en su imagen.
Los príncipes de Gales, acostumbrados a ofrecer una comunicación cercana y sin escándalos, están contra las cuerdas tras la foto manipulada de la princesa.
La familia real se enfrenta a un nuevo 'annus horribilis' después de tres meses marcados por el cáncer de Carlos III y el misterio sobre la salud de Kate Middleton.